El Heraldo de Tampico tuvo sus orígenes en el diario El Mundo, de gran influencia el norte del país en la primera mitad del siglo XX. Caracterizado por ser un diario confrontado con los gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, El Mundo quedó grabado en la memoria del puerto después del siniestro y nunca aclarado asesinato de su director, Vicente Villasana González, a manos del jefe de la policía del Estado de Tamaulipas el año de 1947.
Después del oscuro incidente, El Mundo se transformó en El Heraldo de Tampico bajo la dirección de Mauricio Bercún Melnic. En este periodo el diario alcanzó su mayor influencia, llegando a varios estados del noreste y abriendo filiales en distintas ciudades del país.
Durante décadas el periódico se convirtió en un espacio de crítica constante al Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros. Se presume que fue su líder, Joaquín Hernández Galicia, quien impulsó el paro laboral del 21 de julio de 1981 que impondría el cierre del periódico y se prolongaría durante 22 años, convirtiéndose en la huelga laboral más larga de la historia.
Después del cierre del periódico el edificio permaneció en ocupación por parte de los trabajadores hasta el año 2003, en que un juzgado civil declaró concluida la huelga que lo cerró y ordenó su desalojo. Ante la incertidumbre sobre su uso y propiedad, desde entonces su sede permaneció abandonada.
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